Desde hace unos dias para acá, he estado escuchando
nuevamente a la fodonga Adriana Corona en su programa de radio:
“simplemente Adriana”.
Quien ahora invitó a uno de esos cuates que ella acostumbra
invitar, que dan la impresión de que tienen su vida muy
bonita, próspera y armoniosa.
Entre muchas babosadas que dijo, la que me pareció
más boba fue la frase: “deben aprender a escuchar a su alma”.
¿Escuchar nuestra alma?, se supone que la parte racional y
emocional, (osea todas las funciones realizadas en la
córteza cerebral) es precisamente nuestra alma. Entonces,
segun nuestra religión y estoy seguro que cualquier otra
religión con raices judías, un alma es asignada a
un cuerpo de carne para cumplir algun propósito solicitado
por Dios.
A lo mejor se confundió de religión, los pueblos
mesoaméricanos precolombinos creían que
además del alma, cada uno de la perrada teniamos a un
compañero invisible llamado: “nahual”, o “nagual”, que
podía ser algun animal real o ficticio, en raras ocasiones
era una fuerza de la naturaleza o algun objeto celeste.
Pero si el cuate se refería al nagual, entonces la frase
debería ser: “escucha a tu nagual”.
Lo siguiente que dijo fue que a veces nuestra alma nos pide dejar
nuestro trabajo actual para perseguir nuestro verdadero
sueño, pero que nuestra mente nos dice que no debemos dejar
ese trabajo porque tenemos buen sueldo. Que después de unos
años, nuestra alma se hace escuchar y que es cuando nos
despiden de nuestra chamba.
Más tarde, continua en la baba y cuenta que él
escuchó a su alma para ser lo que ahora es, y que en su
primera conferencia, en el lugar solo había sillas
vacías. Y que no se agüitó, que le
habló a las sillas vacías. Pero ahora, por haber
escuchado a su alma ha alcanzado la prósperidad y ahora ha
escrito como 7 libros y que le va muy bien.
Supongo que al igual que yo, gran parte de la perrada alguna vez ha
intentado emprender un negocito y ha fallado.
Si no haz iniciado algun negocio, entonces tal vez estés en
la siguiente situación:
Fulanito y tu trabajan en la misma empresa, con el mismo puesto, ambos
con el mismo nivel de escolaridad. Sin embargo, tu llevas ya
más de dos años, y Fulanito recién
ingresó este año y tiene mejor sueldo y
prestaciones que tu. Seguro te enchila porque en los primeros meses,
todo te preguntaba a tí, es más, de seguro, tu le
hacías su trabajo. Para colmo, te has enterado que a
Fulanito lo van a subir de puesto, te calcome la envidia y el coraje
porque
sabes que él no está capacitado para ese nuevo
puesto, ya que todo te lo sigue preguntando a tí.
Este conferencista ya nos ha vendido la idea de que “escuchando al
alma” dejaríamos de lidiar con Fulanito, o con negocitos que
están por quebrar.
Probablemente al escuchar a ese “exitoso” conferencista
querrán
platicar con él, poder preguntarle:
“¿cómo puedo escuchar nuestra alma?”. Tal vez si
compran y leen sus 7 libros, tal vez iendo a conferencias.
Hipótesis de
conspiración
Esto es solo una suposición, que tal vez no tenga
fundamentos suficientes para creer, de igual la comparto a la perrada
que esté en la misma situación que su servidor y
quiera descubrir cual es el secreto del conferencista y de Fulanito.
Tal vez le mate lo místico al asunto, pero en
mi hipótesis no hay nada mágico ni
religioso, es más, ni siquiera platicas con tu alma, es algo
más sencillo.
Supongo que el secreto de nuestro “éxitoso” conferencista,
al igual que el secreto de Fulanito es que cuentan con alguien que los
mantenga, mientras ellos no tengan empleo, aunque ya tengan pareja o
aunque ya tengan hijos o incluso sean mayores de 30 años.
El mismo conferencista había dicho que no asistió
público a su primera conferencia. Tal vez vendió
pocos boletos, pero de seguro no fueron suficientes para pagar la renta
de ese lugar. De ahí deduzco que alguien mantenía
a nuestro conferencista, mientras él le jugaba al loco con
sus libros y sus conferencias.
En el caso de Fulanito, en tu empresa se requería con
urgencia a otro como tu y estaban dispuestos a pagar más de
lo que te pagan a tí para conseguirlo. Mientras tanto,
Fulanito había estando rechazando trabajos anteriores hasta
que vio la oferta de tu empresa. Como no le urgía el dinero,
tal vez y hasta se puso sus moños y pidió un
salario más alto para aceptar el puesto. Corriendo el riesgo
de no ser contratado.
Este riesgo no lo puede correr la mayoría de la perrada como
yo. Debemos con urgencia conseguir dinero para cubrir nuestras
necesidades y tras ver tantas puertas que se nos cierran, aceptamos la
primera que nos abren sin regateos.
Al igual que el conferencista empresario, mientras nadie le pagaba por
sus lócuras, él seguía teniendo su
cártera llena de billetes.
A diferencia de la mayoría de la perrada, ambos pudieron
elegir tránquilamente sus empleos. Y estarían aun
desempleados de no haberlos conseguido antes.
Aun me queda una pregunta por responderle a la perrada, ¿por
qué
a Fulanito lo van a subir de puesto?. Basándome en mi experiencia, ya tengo una respuesta,
pero por esta vez no la diré para no crear un clima laboral hóstil